Fecha

07 febrero 2018

Sardiska: la fusión de la artesanía tradicional sarda y el diseño sueco en una colección experimental

Presentamos Sardiska, proyecto innovador inspirado a la artesanía tradicional sarda, la primera colaboración entre el IED Cagliari e IKEA.

El proyecto didáctico, focalizado en una experimentación que ha unido la tradición artesanal sarda, la innovación y algunos elementos decorativos icónicos de la empresa sueca, ha visto implicados a los estudiantes del tercer año del curso de Diseño de Producto 2016-2017.

El resultado del trabajo de investigación llevado a cabo es una cápsula experimental con cuatro proyectos de accesorios y complementos para la casa, fruto de la fusión entre el diseño sueco y arquetipos, geometrías y colores de la artesanía sarda con una reinterpretación en clave contemporánea.

La primera exposición de la capsule collection experimental se ha hecho en la Trienal de Milán a mediados de noviembre de 2017, con ocasión de la exposición La Luna è una lampadina. La inauguración oficial se ha llevado a cabo en la tienda IKEA de Cagliari el 24 de noviembre, donde la exposición ha permanecido abierta hasta principios de diciembre de 2017.

"La idea de fondo - explica Annalisa Cocco, diseñadora y coordinadora del proyecto - era la de crear algo fuertemente inspirado en nuestra tradición, que pudiese atravesar el mar. Hacía falta seguir una coherencia estilística, un lenguaje que la connotase, pero no demasiado. Se ha puesto en marcha una cadena de ideas y creatividad en la que cada uno ha jugado un papel precioso e importante: diseñadores, estudiantes, artesanos e IKEA, que ha creído en el proyecto. Ha sido muy interesante entender, mientras trabajábamos, cómo funciona esta nueva forma de trabajar. Se puede llamar coworking o fab lab, porque es difícil que un proyecto de calidad nazca de la genialidad individual. Las propuestas más interesantes son el fruto de la colaboración entre distintas figuras".

Y el objetivo al que se orienta esta colaboración ha sido precisamente el de unir lo mejor de la tradición artesanal con la potencia de una empresa internacional, desde siempre paladina del diseño democrático, y acercar dos realidades muy lejanas cultural y geográficamente, demostrando que gracias a la innovación y a la artesanía se puede añadir calidad a productos industriales ya terminados.

La colección resultante, Sardiska, se compone de las mesas Lisabo, el mueble de salón Besta, la alacena Torhamm, los cojines Gurli y las cortinas Merete, todos reinterpretados de manera innovadora. Para las mesas Lisabo, caracterizadas por una estructura ligera y por el calor sencillo de la madera, se ha elaborado una textura incisa, utilizando los tres colores símbolo de la tradición sarda: rojo, castaño y turquesa. El cliente puede personalizar la decoración, eligiendo el color que alternará al diseño, y que podrá aplicarse sobre una o varias patas de la mesa o sobre una parte del tablero. Para el mueble de salón Besta la inspiración ha llegado del tradicional arcón sardo, un objeto decorativo de gran importancia en las casas tradicionales, ya que es un contenedor de bienes preciosos como el ajuar nupcial y, en la sociedad nómada pastoril, vestidos, armas y provisiones.

El resultado es un mueble caracterizado por incisiones inspiradas en la fantasía de las alfombras sardas, aplicadas a las puertas y realizadas con el fresado, para crear una textura continua y modular.

Las manillas se realizan con una impresora 3D en tres soluciones, tres imágenes gráficas inspiradas en algunos particulares arquetipos de la producción artesanal, como la avefría, típico motivo decorativo de alfombras, tapices y cerámicas; los motivos florales son característicos de joyas y bordados; y los ojos concéntricos esculpidos se repiten en los gigantes del monte de Prama, estatuas del período nurágico.

La alacena Torhamm presenta las puertas caracterizándolas con pequeños detalles de color e incisiones que evocan los elementos típicos de la artesanía local. Así, estos permiten realizar un viaje simbólico en la cultura iconográfica sarda permaneciendo dentro de la propia cocina.

Por último están los cojines Gurli y en las cortinas Merete, en los que se recupera una parte de la tradición folclórica sarda: la de las máscaras del carnaval de Ottana. El triángulo, símbolo asociado desde los tiempos más antiguos a la figura del buey, es el elemento geométrico protagonista: la máscara cobra vida gracias a una composición de triángulos. Los colores utilizados son el blanco, el negro y el rojo, que también representan, con su contraste, las ricas y variadas escalas cromáticas de los paisajes de Cerdeña.

Los jóvenes diseñadores que se han ocupado del proyecto se han visto acompañados en este recorrido por Annalisa Cocco, diseñadora y coordinadora del curso de Diseño de Producto desde su nacimiento, en 2010, y por Stefano Carta Vasconcellos, exestudiante del IED que, en 2013, fundó KMZERO design, un contenedor innovador donde conjugar el saber hacer artesanal y la digital fabrication. Por parte de IKEA, han sido decisivos para el desarrollo del proyecto los responsables del almacén del punto de orden y recogida de Cagliari: en primer lugar Valerio Valenti y, después, Sabrina Scarpati, así como Laura Pisu y Lorenzo Finotto, recién diplomados del IED y hoy incorporados a IKEA.

Sardiska se puede considerar como un proyecto de piratería de los muebles IKEA, pero esta modalidad transformadora ya es usual y no una diferencia respecto a los demás: su valor añadido reside en el hecho de haber conseguido aunar elementos aparentemente distintos - muebles IKEA, tradición artesanal sarda, tecnología - y en el haber obtenido un resultado de alta calidad gracias a la conjunción de tecnologías innovadoras - fresado e incisiones mediante el corte con láser, impresoras tridimensionales, etc. - y de la artesanía manual - por ejemplo el precioso trabajo de las artesanas bordadoras participantes en la hibridación de cortinas y cojines. El proyecto ha tenido una gran repercusión mediática y el tema ha sido tratado no solo en revistas de sector, sino también en las principales publicaciones económicas, como Il Sole 24 ore, incluyéndose entre las buenas prácticas de IKEA.

Sardiska es un proyecto didáctico que no se concentra en la producción industrial, sino en la edición limitada. En abril de 2018 parte de la colección estará presente en el Salón del Mueble de Milán, en el espacio IED, para después venderse en una subasta benéfica. La colaboración entre el IED Cagliari e IKEA continúa: las ideas no faltan y no falta tampoco la voluntad de unir creatividad y competencias para dar vida a nuevos proyectos innovadores.

 

Autora: Valeria Atzori

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