Metodología
El diseñador de interiores aprende a observar las tendencias y la evolución de los estilos en el contexto cultural y social, así como a comprender e interpretar las exigencias y expectativas específicas de cada cliente. Todo ello sin obstaculizar la creatividad y la libertad expresiva, respetando las exigencias del usuario y la problemática técnica que conlleva el diseño de vivienda u otros espacios. Todas estas capacidades se desarrollan gracias a la adquisición de una gran sensibilidad de proyecto y de una cultura interdisciplinaria.
Objetivos
El primer año de estudios se centra en la adquisición de los conceptos básicos del diseño de interiores, la cultura y la metodología de proyecto. Se enseña al futuro graduado a atreverse a crear y a comunicar.
El segundo año se enfoca en el desarrollo de la propia creatividad y se comienzan a estudiar las herramientas de la especialidad: planos constructivos, instalaciones, espacio, volumen y luz, Autocad, Rhino y 3D Max, gestión de obra y costes, comunicación mediante los programas Illustrator y Photoshop y comunicación oral.
En el tercer año se comienzan a tener experiencias con empresas y a hacer proyectos más técnicos y complejos con prototipos y costes reales. Se trabaja en equipos transversales entre alumnos de diseño de producto, de interiores y de transporte. También se estudian nuevos materiales como los sostenibles, tecnológicos, nanomateriales, etc.
Durante el cuarto año se realizan unas prácticas obligatorias en una empresa y se elige el perfil profesional. Se da una gran importancia al creative management mediante la gestión del proyecto. Finalmente se lleva a cabo el proyecto de final de carrera con empresas reales, en el que se realizan siempre prototipos y, en los casos de éxito, llegan a ser producidos para lanzarlos al mercado.
Salidas Laborales
Arquitectura de interiores, diseño de espacios efímeros, proyectos de interiorismo y decoración, stands, eventos de comunicación, nuevos negocios y franquicias y diseño de zonas verdes y de ocio.