¿Cuántas veces, paseando por las estanterías de una tienda, atraídos por un empaque innovador o unos colores más atractivos hemos cambiado de opinión sobre el producto que queremos comprar?
Fecha
04 noviembre 2024
¿Cuántas veces, paseando por las estanterías de una tienda, atraídos por un empaque innovador o unos colores más atractivos hemos cambiado de opinión sobre el producto que queremos comprar?
Es el poder del diseño de empaques, una disciplina capaz de influir en nuestras decisiones de compra en cuestión de segundos, transmitiéndonos la esencia de un producto a través de formas, materiales y colores.
El empaque es mucho más que una simple envoltura de protección: es una potente herramienta de marketing que puede tener una influencia decisiva entre el éxito y el fracaso de una marca. Un empaque funcional puede elevar un producto por encima de la competencia, captando la atención del consumidor en un mercado cada vez más saturado de opciones.
A través de detalles atentamente estudiados, el empaque comunica el valor y la identidad de la marca, lo que, de concebirse de forma inteligente, genera una conexión emocional con el consumidor. Los estudios demuestran que la gente suele basar sus elecciones en lo que ve en la estantería, es decir, un diseño llamativo, por ejemplo, puede inducir a la compra impulsiva, mientras que un empaque que transmite con claridad las ventajas del producto puede justificar un precio más alto.
El objetivo primordial es la venta, por lo que el empaque, en contextos tanto digitales como físicos, puede ser un «vendedor silencioso» sumamente eficaz.
El mundo del diseño de empaques está en constante evolución y se ve permanentemente afectado por los cambios sociales, tecnológicos y ambientales. Este dinamismo refleja la necesidad de adaptarse rápidamente a las cambiantes y elevadas exigencias de consumidores atentos a los nuevos retos del mercado.
El diseño minimalista y una estética limpia dominan el sector y se consolidan como elementos clave en las decisiones de compra. Esta tendencia capta la atención visual y resalta la importancia de un enfoque estético, esencial y refinado, en los empaques modernos. Estos aspectos reflejan cómo la sencillez del diseño no solo atrae visualmente, sino que además facilita la comprensión de la información sobre el producto y responde a la demanda de claridad e inmediatez de las personas.
También las nuevas tecnologías contribuyen a revolucionar el sector. Es el caso del diseño de empaques en 3D, un enfoque que permite crear prototipos virtuales, reduciendo el tiempo y los costes de desarrollo y permitiendo una mayor experimentación. Pero también el del diseño vectorial de empaques, un método de procesamiento que ofrece la flexibilidad de adaptar fácilmente el diseño a distintos tamaños y formatos, a fin de optimizar el proceso de producción y personalización.
La sostenibilidad en el diseño de empaques ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad. El uso de materiales ecológicos y reciclables es hoy una práctica estándar, impulsada por la creciente conciencia medioambiental de los consumidores así como por normativas más rigurosas. Entre las prácticas sostenibles adoptadas por las empresas, tenemos el uso de tintas vegetales, la reducción de los empaques innecesarios y la implementación de sistemas de recarga que reducen el impacto medioambiental y, a menudo, los costes a largo plazo.
En el mundo entero surgen proyectos de empaquetado sostenible, lo que demuestra la posibilidad de combinar responsabilidad medioambiental y diseño atractivo. También el IED busca formar a profesionales en este sector, ofreciendo cursos como Moda Sostenible y Diseño Sostenible. Estos programas abordan la integración de la sostenibilidad en varios sectores, como el del diseño de empaques, y preparan a los estudiantes para responder a los retos medioambientales con soluciones innovadoras.
La innovación en este sector va más allá de los materiales y abarca técnicas de producción y procesos de eliminación, en la óptica de un enfoque holístico hacia la sostenibilidad. El objetivo consiste en reducir el impacto medioambiental en todas las fases del ciclo de vida del producto, a fin de promover una economía circular auténtica en el sector del embalaje.
El diseño de envases alimentarios se encuentra frente al singular reto de balancear exigencias funcionales y comunicativas. Por una parte, debe garantizar la protección y la conservación óptima del producto, asegurando condiciones prácticas de uso, almacenamiento y eliminación. Por otra parte, debe comportarse como una potente herramienta de marketing, captando la atención del consumidor en la estantería y transmitiendo eficazmente percepciones de frescura, calidad y seguridad alimentaria.
La evolución en el diseño de envases alimentarios se manifiesta a través de soluciones que mejoran la experiencia de uso, optimizan la conservación del producto y facilitan la comunicación de la información. Algunos de los ejemplos más comunes de envases funcionales son:
La integración armoniosa de soluciones prácticas, atractivas y respetuosas del medio ambiente se convierte a menudo en un factor decisivo en la elección de compra del consumidor, influyendo positivamente en la percepción del producto e impulsando la preferencia hacia marcas que demuestran un compromiso concreto, también en este caso, no solo con el cuidado de la estética sino con la innovación sostenible.
El del diseño de empaques es un sector que ofrece interesantes salidas profesionales a quienes aman la creatividad y la innovación.
La formación en este campo suele comenzar con una licenciatura en Diseño o en Artes Plásticas, seguida por una especialización a través de un máster dedicado al diseño de empaques y a la estética del producto. Estos cursos apuntan a combinar teoría y práctica, sumergiendo a los estudiantes en el corazón de la materia. El objetivo consiste en desarrollar habilidades que van desde la manipulación de formas y materiales hasta la comprensión de las necesidades del consumidor, traduciendo conceptos de marketing en un diseño impactante.
En el contexto laboral las oportunidades profesionales son variadas y crecientes: puedes encontrar empleo en agencias de diseño, trabajar para grandes marcas o emprender una trayectoria como autónomo. Como en cualquier ámbito laboral, la experiencia desempeña un papel clave en el desarrollo profesional. Con el tiempo y la práctica, un diseñador de empaques puede aspirar a puestos de mayor responsabilidad y empezar a gestionar proyectos complejos y satisfactorios.
Si deseas tener una visión más concreta del sector y empezar a sentar las bases de tu carrera en el diseño de empaques, puedes explorar los cursos del IED: programas especializados que combinan teoría y práctica y ofrecen la oportunidad de trabajar en proyectos reales y desarrollar una cartera completa y competitiva.