Con millones de personas conectadas a diario, definir una estrategia de redes sociales eficaz es la mejor manera de obtener resultados concretos y duraderos.
Sin embargo, publicar contenido de forma esporádica ya no es suficiente. Para marcar la diferencia, se requiere un plan estratégico que se dirija al público correcto, que cuente una historia apasionante y, sobre todo, que permita alcanzar determinados objetivos.
En este artículo, exploraremos en detalle cómo desarrollar y aplicar una estrategia de redes sociales específica, precisamente como lo haría un gestor de redes sociales experto, con ejemplos prácticos e ideas para hacerlo de la mejor manera posible.
En qué consiste una estrategia de redes sociales y por qué es tan importante
En primer lugar, seamos claros: una estrategia de redes sociales es una guía, una planificación estratégica que muestra cómo utilizar las redes sociales para alcanzar objetivos concretos. No se trata únicamente de aparecer en todas partes, sino de estar ahí de la manera correcta, en los canales correctos y con el contenido correcto.
¿Por qué es importante? Sin una estrategia clara, se corre el riesgo de malgastar energía y recursos sin lograr un impacto real. Una planificación bien estructurada, por el contrario, ofrece numerosas ventajas:
- Aumenta la visibilidad de la marca: ser reconocibles en varias plataformas permite llegar a un público amplio y retenerlo.
- Involucra al público: una estrategia bien estudiada ayuda a crear un diálogo con los seguidores, que se traduce en diversas formas de participación, como dando «me gusta», dejando comentarios o compartiendo el contenido.
- Genera clientes potenciales: con las redes sociales se puede atraer a clientes potenciales mediante contenido valioso, promociones y campañas publicitarias específicas.
Piensa por ejemplo en marcas como Nike y Apple. Su presencia en las redes sociales forma parte integrante de su éxito. Venden productos y, al mismo tiempo, crean comunidades auténticas, en las que los usuarios participan de forma activa y se sienten parte de la historia de la marca.
Análisis de la situación actual y definición de los objetivos
Antes de empezar a crear contenido, es necesario tener claro el punto de partida. A través de un análisis de la presencia actual de la marca en las redes sociales, el denominado «análisis as-is», se puede obtener información valiosa.
Esto incluye la evaluación de las plataformas empleadas, la calidad y la coherencia del contenido y las métricas de rendimiento (KPI) como el número de seguidores, la tasa de compromiso y las impresiones.
Por ejemplo, se puede empezar por identificar las plataformas en las que la marca es más activa y comparar los resultados con los de la competencia (marcas competidoras: marcas que forman parte del mismo nicho), analizando qué publicaciones obtienen más interacciones o si emergen patrones a partir de los datos.
Definición de los objetivos SMART
Una vez que se ha analizado la situación, el paso a seguir es la definición de los objetivos utilizando el método SMART. Esto significa que cada objetivo debe ser:
- Singular: los objetivos deben definirse de forma clara y específica. Por ejemplo: «incrementar el número de seguidores en Instagram en un 20 % en un plazo de seis meses» es más eficaz que «aumentar el número de seguidores».
- Mensurable: debe ser posible seguir el progreso. Las plataformas de análisis integradas de las redes sociales (p. ej., Insight de Meta Business Suite) son excelentes para hacer un seguimiento de los resultados.
- Alcanzable: los objetivos deben ser realistas de acuerdo con los recursos disponibles.
- Relevantes: los objetivos deben alinearse con la misión y la visión de la marca.
- Temporizado: debe establecerse un plazo preciso para alcanzar el resultado.
Un objetivo bien estructurado podría ser: «Aumentar la conciencia de marca entre los “millennials” aumentando en un 30 % las interacciones en los posts de Instagram en los próximos tres meses».
Identificación del público objetivo
Saber a quién nos dirigimos es quizá el paso más importante.
Una parte crucial de la estrategia es identificar con precisión el público objetivo e intentar conocerlo más a fondo. Partiendo de la consideración de los datos demográficos, se suman el análisis de las preferencias, los comportamientos y las exigencias del público al que se quiere llegar.
Este proceso puede incluir herramientas de escucha social, es decir, el análisis de las conversaciones en línea para comprender mejor las expectativas y los problemas a los que se enfrenta el público objetivo.
Esta información ayuda a crear contenido en distintas plataformas para conseguir dar en el blanco.
Desarrollo de la estrategia: canales, contenidos y calendario editorial
Una vez definido a quién se desea llegar y qué se quiere conseguir, es hora de elegir los canales correctos. Cada plataforma tiene sus peculiaridades, por lo que es muy importante elegir la que mejor se ajusta a la marca en cuestión. A continuación, un breve resumen:
- Instagram: ideal para el contenido visual y la narrativa emocional, con gran impacto entre los millennials.
- LinkedIn: perfecta para dialogar con un público empresarial y construir relaciones profesionales.
- TikTok: excelente para llegar a la generación Z y para contenido en vídeos breves y creativos.
- Facebook: eficaz para comunidades y grupos, y para la divulgación de noticias en tiempo real.
- YouTube: óptima para tutoriales, vídeos educativos y contenido largo.
Creación de una estrategia de contenido
Una vez elegidos los canales, llega la parte creativa: la estrategia de contenido, es decir, el corazón de la estrategia de redes sociales. Esto significa planificar el tipo de contenido que se compartirá, los macrotemas que se tratarán, el tono de voz que se utilizará y la frecuencia de publicación. Aquí es importante mantener la coherencia, pero también dejar espacio a la creatividad.
Formatos de contenido
Las redes sociales ofrecen miles de posibilidades creativas y saber elegir el formato correcto para cada plataforma significa tener el control de la comunicación de la marca. Los siguientes son algunos ejemplos:
- Posts estáticos para mensajes claros y de impacto, perfectos para anuncios o promociones.
- Vídeos breves y dinámicos en plataformas como TikTok o Instagram Reels, ideales para contar historias de manera creativa.
- Historias en Instagram, para una interacción más directa y personal, quizá con encuestas o cuestionarios.
- Carruseles, perfectos en Instagram y LinkedIn, para contar una historia en varias diapositivas, ideales para ahondar en temas complejos o mostrar varios productos en una única publicación.
- Infografías para simplificar conceptos complejos, ideales en Pinterest o LinkedIn.
¿La regla de oro? Adaptar el contenido a la plataforma, sin perder nunca de vista la identidad de la marca.
Tono de voz
El tono de voz es el alma de la marca y debe ser coherente en todas las plataformas. En LinkedIn es preferible un lenguaje serio y profesional, mientras que en Instagram o TikTok es posible atreverse con un tono más informal, alegre y atractivo. Lo importante es ser reconocibles en todas partes y transmitir la personalidad de la marca en cada publicación.
Frecuencia de publicación
La constancia lo es todo: publicar poco hace que la marca sea invisible, mientras que publicar demasiado puede aburrir. Un buen calendario editorial ayuda a mantener el equilibrio adecuado, con una planificación del contenido con antelación y teniendo en cuenta los días festivos, eventos y lanzamientos de productos. De esta forma se evita el estrés de última hora y se garantiza estar siempre presentes en el momento adecuado.
Macros de comunicación
Para estructurar la estrategia de contenido de la mejor manera posible, es oportuno definir los pilares de la comunicación, es decir, los temas fundamentales en torno a los cuales gira el contenido. Estos pilares representan los macrotemas que tratan aspectos cruciales para la marca y reflejan los intereses del público objetivo. Definir estos pilares permite crear contenido coherente y variado, pero siempre vinculado a la identidad de la marca, a fin de garantizar que el mensaje enviado sea siempre claro y reconocible.
Una pequeña sugerencia de gran impacto: preferir siempre la calidad a la cantidad. Cada post debe reflejar los valores de la marca y ofrecer algo relevante a la audiencia. Solo así se creará un vínculo auténtico y duradero entre ambos.
Implementación, seguimiento y optimización
La posibilidad de seguirlo todo en tiempo real es una de las ventajas que ofrecen las redes sociales. Una vez implementada la estrategia, es importante mantener bajo control las métricas clave para identificar lo que funciona y lo que hay que mejorar.
Seguimiento de las métricas clave
Las métricas clave pueden variar en función de los objetivos, pero generalmente incluyen:
- Tasa de compromiso: mide cuánto interactúa el público con el contenido (dando «me gusta», dejando comentarios o compartiéndolo).
- Crecimiento de los seguidores: indica la expansión del público al que se ha llegado.
- Impresiones y alcance: muestran cuántas personas han visto el contenido.
- Conversiones: para evaluar el impacto directo de las acciones en las redes sociales sobre las ventas o demás acciones deseadas (suscripciones, descargas, etc.).
Optimización continua
Hay que tener siempre en cuenta que la estrategia no es algo definitivo, sino un proceso continuo. Hay que estar preparados en todo momento para optimizar el contenido. Si un post no funciona según lo esperado, es oportuno preguntarse por qué. Quizá el formato no es el adecuado, o quizá el momento de publicación no es el mejor.
Experimentar, analizar los datos y adaptar la estrategia de redes sociales forma parte del juego.
Una vez desarrollada e implementada la estrategia, solo queda realizar un seguimiento constante de los resultados y aportar modificaciones cuando se requiera. La implementación eficaz pasa por utilizar herramientas como Hootsuite, que permiten programar las publicaciones y realizar el seguimiento de la interacción.
Lo importante es no tener miedo a cambiar de dirección: las redes sociales son un mundo en constante cambio y mantenerse al día de las tendencias y los gustos del público es la clave para mantener vivo el interés por la marca.
Estudio de caso: cómo una empresa ha aplicado una estrategia de redes sociales de éxito
Un ejemplo de estrategia de redes sociales de éxito es el proyecto desarrollado por IED Milano para Acqua alle Rose, con el objetivo de acercar la marca a un público joven y digital.
Fue así cómo se desarrolló la estrategia:
Paso 1: Análisis del escenario
Se identificó la «paradoja de la elección» como uno de los principales obstáculos para los consumidores, es decir, la dificultad de elegir entre demasiadas opciones. Una encuesta permitió reconocer los aspectos más importantes de las experiencias de compra, tanto digitales como físicas, tomando como ejemplo el enfoque Customer Obsession de Amazon y Netflix para ofrecer experiencias personalizadas.
Paso 2: Evaluación comparativa e ideas
La evaluación comparativa de la competencia proporcionó más información sobre cómo atraer a los consumidores en cada fase del embudo. A partir de este análisis surgió una idea fundamental: los consumidores quieren elegir lo mejor de forma fácil. Esto llevó al desarrollo del concepto de la campaña Make it Easy, con el objetivo de simplificar la interacción del público con la marca y sus productos.
Paso 3: Desarrollo de la campaña
La campaña digital a 360° integró el uso de los canales sociales y digitales de la marca, además de los de los minoristas, para facilitar la conversión de los usuarios en plataformas como Amazon. Se planificaron actividades tanto físicas como virtuales para aumentar la conciencia de la marca, estimular la consideración y generar conversión, retención y promoción.
Paso 4: Implementación de las actividades
Entre las iniciativas, se organizaron dos actividades físicas nocturnas en el exterior de algunos locales seleccionados y en colaboración con Uber. Se recurrió a influencers para amplificar la difusión del concepto, mientras que un concurso en Instagram y un reto en TikTok maximizaron el compromiso de la audiencia, lo que hizo de la campaña todo un éxito.
¿Quieres aprender a desarrollar estrategias de redes sociales innovadoras y de éxito como la de Acqua alle Rose? El IED ofrece una amplia gama de cursos específicos que te proporcionarán las competencias y los conocimientos necesarios para destacar en un sector en constante evolución.
¡Tu trayectoria como gestor de redes sociales empieza aquí! Descubre todas las propuestas formativas.