Fecha

22 noviembre 2024

Tan solo un año después de graduarse en Diseño de Transporte en el IED Barcelona, Daniel Miravalls Langarika ha encontrado su camino en el diseño de yates. Actualmente, es director de Diseño y modelador 3D en Kumbra Yachts, una joven empresa de navegación con sede en Barcelona. El pasado septiembre, en el Cannes Yachting Festival, Kumbra Yachts se presentó en el mercado con su primer modelo de yate, el Kumbra 34, diseñado bajo el liderazgo del propio Daniel, logrando un buen éxito y comentarios alentadores. Conversamos con él para que nos cuente cómo ha sido esa experiencia, un comienzo de ensueño para una prometedora carrera en esta industria.

Daniel, ¿qué puedes contarnos acerca del desarrollo del Kumbra 34? ¿Cuáles son las características clave de este primer modelo de la empresa y cómo habéis trabajado todo el equipo junto en este proyecto? Explícanos cuáles fueron tus tareas específicas.

Para el Kumbra 34, desde el primer momento nuestro objetivo fue centrarnos en la comodidad del usuario, ya que somos una empresa que diseñamos bajo el lema de "From Sailors to Sailors". El equipo está formado por Víctor Moure (CEO), Joan Marc Lerones (CMO) y yo mismo, con la función de CDO. Yo siempre digo que crear un barco de cero es crear una nueva línea que va a marcar a todos los siguientes modelos. Mi función como diseñador es crear el diseño del barco desde el exterior hasta el interior, y eso incluye también la cubierta de madera de teca y muchos otros detalles... Estos barcos los hacemos con la ilusión de que somos personas que hemos navegado desde niños y hemos visto muchos defectos de barcos creados por diseñadores o ingenieros que no navegan, de ahí el significado de nuestro eslogan.

¿Cómo te sentiste durante el evento de lanzamiento en Cannes? ¿Puedes compartir alguna anécdota?

La verdad es que, durante toda la semana en Cannes, tanto Víctor, como Joan Marc, como yo, nos sorprendimos mucho, ya que no esperábamos tener ese éxito y cerrar varias ventas. Fue una semana de darnos a conocer y, sobre todo, de recoger todo tipo de opiniones para seguir mejorando. A día de hoy, ya hemos estado en tres salones —Cannes, Port Ginesta y Valencia—, y la verdad es que de todos ellos nos hemos ido muy satisfechos y logrando grandes resultados. Este año aún nos quedan Dusseldörf y Palma de Mallorca, donde esperamos seguir incrementando nuestra popularidad y acumular experiencia.

¿Qué destacarías de tu formación en el IED Barcelona a nivel de impacto en tu carrera? ¿Podrías compartir algunos recuerdos?

Cuando empecé en el IED, fue una decisión arriesgada, ya que el diseño no es una carrera tan común. Ver que todos tus amigos optan por carreras más tradicionales con el objetivo de labrarse un futuro y tú te vas por otro lado a hacer una carrera que te gusta, da miedo. A mí, por lo menos, me dio mucho. De hecho, no tuve claro que fuese la carrera adecuada hasta el tercer año de estudios, cuando hice un proyecto náutico. Ahí le tengo que dar las gracias a Mariano Suñe, que me descubrió el mundo del diseño náutico y me hizo darme cuenta de que el diseño náutico o naval era mi pasión y mi futuro. A partir de ahí, ya empecé a enfocar todo lo que me venía por delante al mundo náutico, hasta que apareció la gran oportunidad de crear Kumbra Yachts, donde mi sueño se hizo realidad.

¿Por qué elegiste estudiar Diseño de Transporte en IED Barcelona?

El porqué de mi decisión de estudiar Transportation Design es un tanto peculiar. Yo empecé la carrera de diseño de producto porque era más general y me abría más puertas, o eso pensaba... Pero en una clase de sketch, tuve a Jesús Iglesias, que es profesor de los estudiantes de transporte. Él nos hacía dibujar coches, y a mí los coches nunca me han llamado la atención, pero ahí él me dijo que lo mío era el Diseño de Transporte, por mi forma de ser, de dibujar o no sé por qué, pero él lo vio claro... En ese momento, yo no lo tenía para nada claro, porque estaba acabando primero de carrera y significaba casi casi perder un año, y además tenía que repetir muchas asignaturas nuevas que eran bastante complicadas. Pero como podéis ver, me arriesgué y le hice caso, y gracias a ese momento, ahora estoy muy feliz de lo que trabajo. Así que me gustaría darle las gracias por creer en mí en esos momentos.

¿Qué consejos darías a los estudiantes actuales de Diseño de Transporte ahora que trabajas en esta industria?

No quiero sonar muy típico, pero me gustaría decirles que disfruten de la época en la que están: es un momento brutal, sin responsabilidad, pero con ya una cierta madurez... Y, sobre todo, que si no saben lo que quieren como me pasó a mí, que busquen, prueben y se equivoquen. Yo aprendí lo que me gustaba a base de equivocarme y de probar. 

 

Imágenes: cortesía de Kumbra Yachts.

 

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