Adrià Vilar, graduado en Interior Design en el IED Barcelona, presenta "Re-Source", un proyecto basado en el diálogo becado por la Fundación Francesco Morelli

Fecha

04 diciembre 2023

En esta primera experiencia, el tema central ha sido el papel de la agricultura en las ciudades y en el campo, el éxodo rural y el éxodo urbano como una posibilidad plausible

Los días 23 y 24 de noviembre, el recinto fabril de Palo Alto de Barcelona se ha convertido en un ágora griega en el que una comunidad de ciudadanos y ponentes de diversos sectores han debatido sobre el papel de la agricultura, la educación y las conexiones humanas. Bajo el nombre de “EXODUS: Las ciudades del futuro y el éxodo rural”, esta ha sido la prueba piloto de “Re-Source”, una iniciativa de Adrià Vilar que empezó a gestarse meses antes y que ahora se ha hecho realidad gracias a recibir una beca de la Fundación Francesco Morelli. El joven graduado en Interior Design en el IED Barcelona nos explica en qué consiste esta propuesta “ambiciosa y esperanzadora” para crear un camino común hacia una sociedad más preparada.

¿Qué es exactamente “Re-Source”?

“Re-Source” es proyecto para conectar personas diferentes y crear conciencia desde el diálogo, el diseño y la sostenibilidad. El objetivo es hablar, intercambiar opiniones y hacerlo desde múltiples perspectivas de una forma no solo local, sino internacional, poniendo sobre la mesa temas y problemas contemporáneos que damos por hechos, irresolubles u olvidados. Somos una semilla que acaba de germinar y tendrá su ciclo de vida. Y esperamos que, de alguna forma, polinice.

¿Cuál ha sido el objetivo en esta primera toma de contacto con el público?

El tema central ha sido el papel del sector de la agricultura en las ciudades y en el campo, el éxodo rural y el éxodo urbano, entendiendo el primero como una necesidad y el segundo, como una investigación y una posibilidad de cara a un futuro distinto al que plantea la ciudad actualmente. En las grandes urbes, las dinámicas que se establecen cada vez son menos sanas para las personas y conllevan un estilo de vida estresante que no solo nos afecta individualmente, sino también a la hora de crear comunidad y ayudarnos mutuamente. Por eso, hemos querido poner sobre la mesa que el campo existe y es un espacio lleno de posibilidades abierto a crear conexiones genuinas.

¿Y cómo ha sido la experiencia? ¿El mundo está preparado para dialogar?

Creo que todavía hay mucho trabajo por hacer en este sentido. La desinformación y el desinterés que provoca el sistema son dos problemas reales que no dejan pensar en el futuro. El peligro de la instantaneidad y la falta de tiempo para pensar es un grave problema. Y el futuro es de todos. De ahí que uno de los objetivos de “Re-Source” sea encender la chispa de la curiosidad, para que cada vez más personas se planteen que quizás también pueden aportar su grano de arena a los retos sociales actuales, desde donde sea y sea cual sea su sector. “Re-Source” es una plataforma que intenta dar voz a todas estas personas y, sobre todo, abrazar a las que quieran unirse a ellas. Es un proyecto público, gratuito e internacional.

¿Cuál dirías que ha sido el impacto de la beca de la Fundación Francesco Morelli en el proyecto?

Sin duda, importantísimo: la beca me ha permitido tener los recursos que lo han hecho posible. Sin este apoyo quizás no hubiera podido sacarlo adelante justamente ahora, teniendo en cuenta lo complicado que es emprender un proyecto social hoy en día, así como por el hecho de que apenas estoy en el inicio de mi carrera profesional. Además, la beca ha supuesto una oportunidad única para conocerme y ponerme a prueba. Ver por primera vez un proyecto así, diseñado por mí, en un espacio real, con un equipo increíble detrás y junto a una fundación como Palo Alto, ha sido una ilusión muy grande.

Fotos: Re-Source.

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