Fecha

10 marzo 2023

La charla ha sido organizada por el Consulado General de Italia en Barcelona en el marco de esta iniciativa anual destinada a promover el diseño italiano en el mundo

En el actual contexto de crisis energética, ¿cómo conseguir que el diseño acompañe las necesidades de luz y desarrollo tecnológico de nuestra sociedad de una manera sostenible sin renunciar, por ello, al arte y la belleza? Este ha sido el cuerpo de debate de la mesa redonda “Luz y energía: hábitat y ciudad”, celebrada el 9 de marzo en el Auditorio del Disseny Hub Barcelona (DHUB), dentro del marco del Italian Design Day, dedicado este año a abordar “La calidad que ilumina”. 

La charla organizada por el Consulado General de Italia en Barcelona, con la colaboración del IED Barcelona (Istituto Europeo di Design) y el DHUB, con el objetivo de promover el diseño italiano en el mundo, ha contado con la participación de Marcello Arosio, Art Director de AreaOdeon y de Kernel Festival; Juan Garrigosa, director de Administraciones Públicas de Endesa X; Maria Güell Ordis, lighting designer, fundadora de La Invisible Studio y directora artística de LLUMBCN, y Maurici Ginés, lighting designer y fundador de Artec Studi.

Por su parte, Michela Mezzavilla, arquitecta, lighting designer, cofundadora de MMAS y docente del IED Barcelona, ha sido la encargada de moderar el encuentro.

Un debate articulado en tres dimensiones: estética y proyectual, social y cultural, y medioambiental

Tras las bienvenidas de Jose Luis de Vicente, director del Museo del Diseño de Barcelona, Emanuele Manzitti, Hble. cónsul general de Italia en Barcelona, y Andrea Marchesi, director del IED Barcelona, ha dado comienzo el debate. Antes, sin embargo, el cónsul general ha recordado en su intervención cómo “el diseño es un ámbito privilegiado de colaboración entre Italia y España y el papel de liderazgo que juegan los dos países en Europa y en el mundo en el contexto de la lucha contra el cambio climático, la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible”.

La charla se ha articulado alrededor de tres ejes: la luz en sí misma y su belleza; la necesidad de la luz por parte de las personas, y la luz como energía y su impacto en el medioambiente. 

Entre otras cuestiones, los ponentes han respondido a preguntas relacionadas con las posibilidades del uso de la luz en contextos efímeros, teniendo en cuenta sus capacidades inmersivas y experienciales, a la vez que sus dificultades por ser un material intangible. Asimismo, han tratado de definir las cualidades que permiten transformar un elemento de iluminación de manera que pase de ser un simple objeto a todo un icono, como es el caso de la lámpara Tolomeo de Michele de Lucchi. En su opinión, la sociabilidad del elemento es uno de los requisitos imprescindibles para conseguirlo.

Los expertos también han debatido acerca de los retos de iluminación que presentan las grandes ciudades tomando como caso de estudio Barcelona o Milán, y cómo afecta eso a la hora de tomar decisiones proyectuales relacionadas con la luz artificial. Implementar una cultura de la luz y lograr un equilibrio entre funcionalidad, belleza, seguridad ciudadana y normativa medioambiental han sido algunos de los principales desafíos señalados. En esta línea, todos han coincidido en la necesidad de iluminar las calles de una manera “amable”. Asimismo, partiendo del ejemplo de la iluminación de la Catedral de Burgos, han señalado el impacto positivo de la iluminación patrimonial como palanca de crecimiento económico del entorno.

Finalmente, la mesa redonda también ha incluido reflexiones sobre la necesidad de concienciación respecto al ahorro energético (y/o eficiencia energética) y cómo las nuevas tecnologías pueden ser unas aliadas para incrementarlo sin perjudicar la calidad.

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